Coaching de negocios vs consultoría empresarial

Coaching de negocios

Coaching de negocios y consultoría empresarial, ¿se parecen?

 

El coaching de negocios es una herramienta claramente diferenciada de la consultoría empresarial. Sin embargo, este último concepto es muy ancho y está muy extendido. Por ello no es infrecuente considerar el coaching como una forma específica de consultoría.

Efectivamente hay bastantes puntos en común entre ambos conceptos. Ambas son herramientas de ayuda externa para la empresa. Y son ofrecidas por profesionales competentes en prestar este tipo de servicio. Lo hacen de forma personal, individual o en grupos, adaptándose a las necesidades específicas de la empresa. Además, siempre están buscando unos objetivos determinados para la mejora de los resultados empresariales.

 

¿Qué es lo que caracteriza propiamente el coaching de negocios?

El coaching de negocios va dirigido primeramente a hacer crecer las competencias del empresario o del ejecutivo. Este crecimiento personal será el que producirá el logro de los objetivos y la mejora de los resultados de la empresa. Sin embargo, la consultoría empresarial lo hace por un camino diferente. Sobre todo, utiliza conocimientos especializados de unas personas externas. Y lo hace durante un tiempo, que ningún miembro de la empresa tiene. En conclusión, es como un préstamo temporal de unos conocimientos especializados.

Y esta es la diferencia principal. El coaching de negocios no quiere resolver los retos sólo con conocimientos externos. En primer lugar, quiere es que los conocimientos que sean necesarios sean incorporados a la empresa. Y, en segundo lugar, que se desarrollen las habilidades para dirigir mejor la empresa en ese momento y en el futuro. Por tanto lo hace sacando todo el partido a las capacidades de las personas.

 

Proceso que suele seguir el empresario

El empresario ve diferentes situaciones a mejorar. Por ejemplo, ve que una parte de la estructura financiera de su empresa necesita mejorar para evitar problemas de tesorería. O para tener capacidad financiera para el crecimiento. Por el motivo que sea. Este empresario es una persona muy ocupada. Tiene la sensación de que no llega a todo. Y no se puede plantear dedicarse personalmente a diseñar una nueva estrategia financiera con la implantación de sus sistemas. Entonces es cuando piensa contratar a una consultoría de finanzas. Esta es la opción más usual y tradicional: que alguien me resuelva el problema. Si mi empresa no tiene suficiente dimensión para contar con un departamento financiero, contrato los servicios externos y todo resuelto.

Hasta aquí lo que ha sido el más habitual. Si este empresario conociera el coaching de negocios lo podría plantear de forma diferente. ¿Cuál es la parte de las estrategias financieras que debo dominar yo, o alguien de mi equipo? ¿Y cuál es la parte que no es necesario que dominemos nosotros, y que, por tanto , puedo externalizar?. Lógicamente esta diferenciación tiene que ver con el corazón del negocio y con lo que es la propia aportación de valor.

Son planteamientos muy diferentes. Principalmente hay una diferencia de anchura de visión. En el primer caso se está solucionando un problema aisladamente. Y en el segundo caso se está aprovechando el problema para construir una empresa más competente.

 

Coach de negocios

Coach de negocios

Construir la empresa o hacerla funcionar.

La consultoría empresarial está ligada a una forma de dirigir que consiste en «hacer funcionar» la empresa. En cambio el coaching de negocios sintoniza con los empresarios que quieren construir una empresa que trabaje por sí misma.

El que se dedica a hacer funcionar la empresa normalmente está completamente metido en la operación del negocio. No tiene tiempo para pensar en la construcción de la empresa. Es un lujo que no puede permitirse. Necesita resultados ya. Tiene que coger siempre el camino más corto. No se puede entretener a mirar a lado y lado.

El que se dedica a construir la empresa también necesita resultados inmediatos. Sin embargo, es muy consciente de que no puede continuar siempre sumando. Debe pasar a multiplicar. Y también sabe que el trabajo habitual para la obtención de los resultados inmediatos es la única oportunidad de encontrar los sistemas multiplicadores. No tendrá otras oportunidades. Tampoco puede permitirse el lujo de dejar pasar la oportunidad diaria de construir los automatismos que multiplican los recursos.

 

Saber o aprender.

Contratar una consultoría empresarial es alquilar un saber durante un tiempo para obtener un resultado. No es una operación mala. En otras palabras, yo no lo puedo saber todo, ni tampoco mi gente.

Como no lo puedo saber todo, importa averiguar qué es lo que necesito saber yo y  lo que no. A partir de ahí, aprender lo que necesito y sacar el máximo partido de lo que ya sé. Además, normalmente es más de lo que creo.

No me refiero sólo al saber intelectual, me refiero sobre todo al saber hacer. La mayor parte de empresarios que he conocido, tienen los conocimientos para dirigir bien la empresa. Siempre hay pequeñas lagunas, pero nada del otro mundo. Y la mayor parte de cosas que saben no las utilizan para nada. Ahora bien, lo que me encuentro que les falta son habilidades. Habilidades de comunicación. También de negociación, de tomar decisiones, de planificación. O de gestión del tiempo, de gestión de emociones, de visión, etc.

 

Saber hacer y hacerlo

En consecuencia, sólo hay una forma de aprender el saber hacer. Y ésta es hacerlo, y hacerlo en buenas condiciones. Es un proceso de aprendizaje que se basa en el entrenamiento, y en las horas de vuelo.

Coaching significa exactamente eso: entrenamiento. Aprender a base de hacer las mismas cosas una y otra vez. Corrigiendo los vicios, hasta que se llega a dominar el trabajo, y las cosas salen bien y casi automáticamente. Y el entrenamiento tiene otra ventaja muy importante. Esta es que te mantiene en forma psíquicamente, y mantiene despierta tu capacidad de aprender cosas nuevas. Esta es una ventaja cada día más necesaria.

En conclusión, el coaching es invertir en uno mismo, y la consultoría empresarial es un gasto para cubrir lo que no sabemos. Ambas cosas son necesarias y complementarias.

 

Otros:

  • ¿Qué es el coaching de negocios? :  CLIC para ver.
  • ActionCOACH :  CLIC para ver.
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